Hay determinadas reformas que crean algo de confusión entre los usuarios, sobre todo en aquellos casos en los que el vehículo sale del concesionario con ellas incorporadas. Por ejemplo, imagina que compras un Golf, que por defecto viene con los acabados básicos, pero quieres que su carrocería tenga los acabados característicos del GTI, y sin ningún inconveniente sales del concesionario con el coche tal y como lo has pedido.
Pasados 4 años, el coche que compraste tiene que pasar su primera ITV y la sorpresa es que no la pasas, precisamente porque los parachoques de tu coche no son los originales y dicha modificación no aparece en la ficha técnica del vehículo, como debería. “Pero si salió así de concesionario”, “No he modificado nada del vehículo” o “Viene todo de serie” son algunas de las respuestas que se suelen escuchar, pero ¿por qué entonces nos lo rechazan?
Porque cuando compraste el coche, lo pediste con unas características distintas a las que llevaba de base el modelo que elegiste. Por lo tanto, aunque salió así del concesionario, los parachoques que se le añadieron no fueron los mismos con los que se homologó el coche en el momento de la matriculación. Y, como no se indicó la reforma en la ficha técnica del vehículo, hecha después de su matriculación, su consecuencia es el desfavorable en la ITV.
Pero, ¿qué otras consecuencias puede tener ir con un parachoques no homologado? ¿Por qué tiene que haber constancia de la una reforma de estas características en la tarjeta de ITV del vehículo? Circular con una reforma sin legalizar implica modificar condiciones de seguridad del vehículo y, por tanto, poner en riesgo tu seguridad y la de los demás en la carretera, además de la posibilidad de ser multado o que, en caso de accidente, el seguro decida no cubrir los daños a terceros.
Es precisamente en este último punto, el de la seguridad vial, donde está la principal razón por la cual desde la Administración obliga a los usuarios a pasar la ITV en el caso de realizar una reforma de importancia del vehículo. Y, para ello, necesitarás una serie de documentación para legalizar la reforma, que, por ejemplo, a la hora de incorporar unos parachoques implica, por lo general: un proyecto técnico, un informe de conformidad, un certificado de taller y el informe final de la obra. En el momento en que acudas a la estación de ITV para una reforma, la persona responsable te informará detalladamente de la documentación que requiere tu caso.
Así que, ya sabes, si vas a comprarte un coche nuevo, pero quieres realizar alguna modificación en él, antes de salir con él rodando del concesionario, asegúrate de que dicha modificación no constituya una reforma, ya que, si es así, deberás homologarla. Y, en el caso de que compres uno de segunda mano, también, asegúrate de que el coche no tiene ninguna reforma por legalizar solicitando
cita para una inspección técnica voluntaria a la ITV.