El tubo de escape es más que el reconocido tubo que asoma por la parte posterior del coche o de la moto. En realidad, forma parte de lo que se identifica como sistema de escape, el cual podríamos describir como un tubo lleno de curvas, formado por distintos componentes, entre los que se encuentran el silenciador y el catalizador.
El sistema de escape tiene que cumplir con dos requisitos básicos: por un lado asegurar la eficiencia del combustible y por el otro el sonido del vehículo. Si no lo hace, es cuando llega el rechazo en la ITV.
¿Por qué un tubo de escape puede desencadenar en una ITV desfavorable?
Sistema de escape modificado. A pesar de la clara función que tiene, hay quien desea cambiar la salida del escape para hacerlo más atractivo o modificarlo para que suene más. Para que siga cumpliendo con su objetivo, el tubo de escape que decida instalarse debe estar homologado.
Además, se considera una
reforma que debe legalizarse en una estación de ITV, para lo que será necesario aportar un informe de conformidad, emitido por el fabricante o un servicio técnico, y un certificado de taller. Es una modificación importante del vehículo, teniendo en cuenta que por el tubo de escape circulan gases contaminantes y muy calientes. Por lo tanto, tiene que verificarse que su modificación es segura y que no hay riesgo de que esos gases entren en el habitáculo del vehículo, así como garantizar que será capaz de soportar la temperatura para no poner dañar otros elementos del vehículo.
Un mal tubo de escape puede hacer que el motor pierda rendimiento y que aumenten las emisiones contaminantes, por no hablar de aquellos en los que se modifica o incluso se suprimen elementos como el catalizador o los filtros anti partículas.
Fugas en el tubo de escape. Cuando hay una fuga en el sistema de escape muy probablemente salga mal la prueba de emisiones contaminantes en la ITV. De hecho, este defecto es bastante común y suele ser provocado por la corrosión, la cual perfora el tubo de escape, fruto de la humedad que se genera en el interior del tubo de escape.
La corrosión se produce porque los motores de combustión generan mucho vapor de agua que se condensa y se acumula en el tubo de escape. Esta humedad es la que oxida y erosiona el metal, haciendo que aparezcan perforaciones en la zona más externa del tubo de escape.
La razón por la que este defecto supone una ITV desfavorable es porque la fuga puede provocar que los gases que circulan por él entren en el habitáculo, lo cual es muy peligroso. En el mejor de los casos, puede producirnos somnolencia.
Ruido en el tubo de escape: un agujero en el silenciador del sistema de escape, puede provocar un ruido excesivo. Si eso te ocurre, lo notarás porque el coche hará un ruido estremecedor al acelerar. Si lo detectas, es recomendable que lo lleves al mecánico antes de acudir a la ITV.
De modo que el tubo de escape solo es el final de un complejo sistema que tiene su importancia en todo vehículo.