Como ya comentamos hace unos meses, la aprobación del Real Decreto sobre las ITV traerá algunos cambios en nuestro sector. De entre las principales novedades en la ITV que destacamos, queremos hacer hincapié en la prueba de diagnosis que va a realizarse en cada inspección técnica, a partir de mayo del 2018, y que contribuye a aumentar la seguridad en la carretera y a preservar el medio ambiente.
Esta prueba consiste en una lectura de la centralita del vehículo mediante un ordenador que se conectará al puerto de diagnosis del vehículo, más comúnmente conocido como OBD (On Board Diagnostic). Es el sistema que todos los vehículos utilizan bajo un protocolo estandarizado que permite analizar todos los parámetros del vehículo, leer su memoria de averías y descubrir posibles manipulaciones, que no se ven fácilmente.
¿Qué podremos detectar desde la ITV, gracias a la prueba de diagnosis? Entre lo más básico están los siguientes puntos:.
Sistema anticontaminación
El principal argumento de la prueba de diagnosis es acabar con la manipulación de sistemas anticontaminación, después del escándalo de los motores diésel trucados de Volkswagen. A raíz de este hecho, parte de los coches que circulan lo hacen contaminando mucho más de lo que deberían, pudiendo encontrar diferencias de hasta el 56% entre las emisiones reales y las emisiones homologadas. Con la prueba de diagnosis, seremos capaces de reconocer si estos sistemas anticontaminación trabajan adecuadamente o han sido neutralizados.
Sin embargo, las pruebas de contaminación que actualmente se realizan en la ITV seguirán haciéndose, ya que la prueba de diagnosis no es excluyente a las que se han venido haciendo hasta ahora. Simplemente, nos proporciona otro tipo de información, complementaria, que nos ayuda a preservar mejor el medio ambiente.
Fallos de motor
Gracias a que la diagnosis permite leer la memoria de fallos del vehículo a través de la ECU (Engine Control Unit, es decir, la unidad de control electrónico), será más fácil detectar posibles fallos en el motor, incluso aquellos leves que no impiden que se pueda seguir circulando.
También se evitará que se manipule o eliminen los testigos luminosos que indican las averías, como por ejemplo el de los airbags o pretensores de los cinturones. Por tanto, gracias a que con la prueba de diagnosis podremos acceder a la memoria de averías y analizar el estado de todos los sistemas de seguridad, conociendo, además, si ha habido una posible reparación o sustitución, aumenta nuestra capacidad de garantizar la seguridad de todos en la carretera.
Kilómetros reales
Una de las grandes ventajas de la diagnosis será el poder ofrecer un control más riguroso del kilometraje real de los vehículos, sobre todo de los más modernos, que pueden almacenar los kilómetros en distintas memorias del vehículo. Por tanto, aunque se cambie el cuadro de instrumentos o se manipule la ECU, sus memorias nos darán cuántos kilómetros tiene realmente ese vehículo, reduciendo así la posibilidad de fraude.