Los elementos de seguridad pasiva de los vehículos son aquellos que reducen al mínimo los daños que pueden sufrir sus integrantes en caso de accidente. ¿Cuáles son estos elementos?
Cinturón de seguridad: es el elemento de seguridad pasiva por excelencia y, por tanto, es imprescindible para cualquier ocupante del vehículo. Los cinturones de seguridad cuentan con un elemento que bloquea el mecanismo en caso de sufrir una fuerte frenada, de esta forma impide que la persona salga despedida del vehículo. Para que haga su función es importante abrocharse correctamente el cinturón de seguridad, también si conduces embarazada.
Airbag: los airbags son bolsas de aire que se inflan en milésimas de segundos, en caso de colisión, para actuar como amortiguadores de los impactos que pueden sufrir los ocupantes del vehículo. Gracias a ellos se reduce la posibilidad de sufrir lesiones cervicales, al evitar movimientos de cabeza muy bruscos.
Apoyacabezas: son fundamentales en la protección de las personas ante el llamado latigazo cervical, que afecta al cuello y a la espalda de la persona, debido a la hiperflexión o hipertensión del cuello en el momento del accidente.
Chasis y carrocería: el diseño del chasis y de la carrocería está hecho de manera que determinadas zonas absorban la energía en el caso de que haya un impacto y evitar así que se transmita en el interior del habitáculo del vehículo.
Cristales: los cristales que componen las lunas frontales de los vehículos, están preparadas para que no se suelten astillas que dañen a los ocupantes del vehículo. Por eso, es necesario asegurarte de que el cristal delantero no presente impactos o grietas que puedan poner en peligro tu seguridad y la del resto de integrantes del vehículo.
A estos elementos de seguridad pasiva “básicos”, que todo coche incorpora, se podrían añadir los dispositivos de retención infantil en caso de incorporarlos.
Con el paso de los años, los fabricantes de automóviles han trabajado en nuevos y mejores dispositivos de seguridad pasiva para el vehículo. Algunas de las nuevas tecnologías de seguridad vial son estas:
Detector de fatiga: este sistema analiza actitudes del conductor, sus manos al volante e, incluso, pueden llegar a estudiar el comportamiento de los ojos.
Llamada automática de emergencia: a partir de 2018 será un elemento obligatorio en todos los coches nuevos, que, sin duda, ayudará a salvar un mayor número de vidas, tras haberse producido un accidente.
Detector de cambio de carril: se emplean diferentes sensores para detectar cuándo el vehículo invade el carril contiguo o contrario. En algunos casos, se corrige también suavemente la trayectoria del vehículo.
Frenado de emergencia: se trata de una tecnología que normalmente funciona a velocidades bajas, aunque se está evolucionando y adaptando a carreteras rápidas, con un sensor en la parte frontal del vehículo, capaz de detectar un obstáculo con el que se podría chocar. Y, si el conductor no actúa, los frenos se activan directamente hasta detener el vehículo.
Detector de ángulo muerto: avisa al conductor si existe otro vehículo en el ángulo muerto del retrovisor, para evitar un cambio de carril en ese momento.
Todos estos avances son una muestra de la importancia de la seguridad vial, algo que también depende de la actitud de todos los conductores en la carretera y, por supuesto, de mantener los elementos de seguridad pasiva en óptimas condiciones, especialmente los principales.