La distancia de reacción, frenado y seguridad intervienen indudablemente en la seguridad de la conducción. Y, cumplir con los preceptos de cada una de ellas, reduce exponencialmente las posibilidades de sufrir accidentes. ¿Pero qué son? ¿Cuáles son las diferencias entre cada uno de estos conceptos?
Distancia de reacción: es el espacio que se recorre desde que se percibe el incidente hasta que se pisa el pedal de freno. Según la DGT, se necesitan 0,75 segundos desde que los ojos detectan el problema hasta que el cerebro manda la señal al pie. En ese breve espacio de tiempo se avanza 10 metros a 50 km/h, en cambio, si la velocidad es de 120 km/h se recorrerán 25 metros.
No obstante, esta distancia no es siempre la misma ya que depende de las condiciones físicas, el estado de ánimo del conductor o el estar distraído con otras tareas, como por ejemplo, subir el volumen de la radio.
Distancia de frenado: es el espacio que nuestro vehículo recorrerá desde que se acciona el freno hasta que se detiene por completo. Esta distancia está condicionada por factores físicos y mecánicos en comparación a la distancia de reacción que está condicionada por factores humanos.
En la distancia de frenado influyen los siguientes factores: el peso y la velocidad del vehículo y el estado de la carretera.
Distancia de seguridad: es el espacio libre que todo conductor debe dejar entre su vehículo y el que le precede, de manera que pueda detenerse en caso de tener que frenar bruscamente, sin colisionar con él. La DGT recomienda que la distancia tiene que ser de tres segundos entre los vehículos.
Para calcular la distancia óptima en cada momento aconsejan seguir la sencilla regla del cuadrado. Por ejemplo, a una velocidad de 90 km/h se elimina la última cifra, quedándose el 9, y se multiplica por sí misma: 9 x 9 = 81. La distancia de seguridad a 90 km/h, son 81 metros. A 120 en autopista, la distancia tiene que ser de 144 metros. En caso de lluvia o de la carretera en mal estado, la cifra que arroje se debe multiplicarla por dos: 9 x 9 = 81 x 2 = 162 metros a 90 km/h.
Tanto en la distancia de frenado como en la distancia de seguridad influye un elemento más: el estado del vehículo. En la ITV verificamos que la eficiencia de frenada en las 4 ruedas sea la adecuada. Por tanto, ten tu vehículo siempre a punto.
Y recuerda: no guardar el espacio suficiente entre tu coche y el vehículo que te precede puede provocar que no tengas la capacidad de frenar con el tiempo suficiente para evitar una colisión.