Los años pasan para todos y nuestras capacidades se reducen a medida que pasa el tiempo, hecho que puede afectar a nuestra habilidad para conducir. ¿Eso significa que hay una edad máxima para conducir? No, no existe una edad a partir de la cual el carné de conducir deja de ser válido, todo depende de las condiciones en las que se encuentre cada uno.
A pesar de que los mayores de 65 años no estén dentro del grupo de conductores que más accidentes sufren, son uno de los colectivos más vulnerables, por la pérdida de determinadas facultades. ¿Cuál de ellas afectas a la capacidad de conducir y, en determinados casos, podrían suponer un peligro para nosotros mismos y para los demás conductores?
Audición: a las personas mayores de 65 años, les es más difícil captar sonidos, identificar de dónde proceden y reconocerlos, tanto como conductores como peatones.
Visión: con los años, nuestro campo de visión se estrecha, hecho que hace disminuir la cantidad de información que podemos encontrarnos en la carretera. Este problema, se agrava por la noche.
Movilidad: a pesar de que en el volante no se realizan movimientos bruscos, debido a que con la edad se suele perder agilidad en las capacidades psicomotrices pueden darse algunas complicaciones con ciertos giros complicados. Además, el hecho de mantener siempre la misma postura puede producir calambres o que se adormezca algún músculo a mitad de la conducción.
Capacidad cognitiva: también se pierde cierta habilidad en ese aspecto, por lo que puede ser más difícil reconocer objetos y cometer errores de cálculo, lo que complica la tarea de aparcar.
Además de todo esto, la gente mayor tiene más probabilidades de sentir fatiga o cansancio, y suelen tomar varios medicamentos. Por tanto, es importante leer en el prospecto de estos para comprobar que la capacidad para conducir no se verá afectada.
Sin embargo, cabe destacar que los mayores de 65 años son el colectivo que más respeta las distancias de seguridad y que circula a menor velocidad, posiblemente debido a la disminución de los reflejos.
De acuerdo con estas características generales, es recomendable tomar algunas sencillas y prácticas medidas:
- Someterse a revisiones oculares y auditivas de manera periódica.
- Hay enfermedades y medicamentos que pueden afectar nuestra capacidad para conducir. Por eso, es importante asegurarse de las posibles consecuencias.
- Es imprescindible moverse con prudencia y respetar las señales de tráfico, tanto como conductores como peatones.
- Conducir de día en lugar de noche, en la medida de lo posible, y por recorridos habituales.
En definitiva, es imprescindible para evitar incidencias, poner todos los sentidos en el entorno viario y ser conscientes en todo momento de la situación de cada uno.