El ABS, del inglés Anti-lock Braking System, es uno de los mayores avances en cuanto a seguridad activa del coche, ya que es el encargado de garantizar la capacidad de control sobre la dirección durante una frenada. De hecho, tal es su efectividad en la reducción de accidentes, que desde el 2004 todos los fabricantes de turismos decidieron montarlo de serie en sus modelos.
El ABS o sistema antibloqueo de frenos tiene la función de impedir que los neumáticos se bloqueen cuando se realiza una frenada fuerte, como su nombre indica. Ya que, si la frenada bloquea las ruedas delanteras, perderemos el control sobre la dirección, por lo que por más que giremos el volante no seremos capaces de esquivar, por ejemplo, al peatón que nos ha sorprendido o el coche que se ha saltado el ceda en el cruce.
Precisamente porque quedarse sin dirección mientras conduces puede ser una verdadera pesadilla, en 1978 nació ABS, este sistema que evita que el vehículo pierda adherencia y estabilidad ante un frenazo, así como que la distancia de frenado se multiplique.
¿Cómo funciona el ABS en los coches?
Primero, conviene dar algunas pinceladas sobre el sistema de frenada. Cuando pisamos el pedal de freno, empujamos un líquido que queda comprimido. Sin el ABS, esa presión a los frenos, llega a las ruedas y se bloquean. Para desbloquearlas bastaría con levantar un poco el pie del pedal de freno para que volvieran a girar.
Con el ABS ese movimiento nos lo ahorramos, ya que su principal función es quitarle presión al líquido que comprimimos con el pedal, a pesar de que el conductor no levante el pie.
¿Y cómo sabe el ABS qué rueda tiene que desbloquearse? Lo hace gracias a la centralita que recibe la información de la velocidad de giro de cada una de las ruedas. En cuanto percibe que la velocidad de una de ellas es menor que las demás, lo que significa que está bloqueada o a punto de bloquearse, la centralita da la orden de quitar presión al freno de esa rueda para igualar su velocidad de giro con las demás.
Que el ABS se haya asociado más a los coches que a las motos no es en vano. Porque, aunque la importancia de la seguridad activa en las motos es crucial, el crecimiento de las motocicletas equipadas con el sistema de antibloqueo de los frenos ha sido relativamente más lento que el de los turismos. De hecho, solo 1 de cada 4 motocicletas, y solo en modelos superiores a 250cc, llevan el sistema ABS instalado de serie. Sin embargo, si lo quieres, puedes acoplar el ABS después de comprarla, aunque debes saber que tendrás que legalizar esta reforma en la ITV.