El pasado 21 de diciembre el
Servei Català de Trànsit organizó una jornada sobre “La seguridad en los desplazamientos para ir y volver del trabajo”, donde varios ponentes abordaron distintos temas, entre ellos el de la somnolencia, que causa entre el 20% al 40% de los accedentes de tráfico. Y es que el sueño es uno de los factores que más puede afectar a tu conducción.
Cualquier tipo de trayecto que realices con el coche, aunque especialmente en los largos, es importante que te asegures de hacerlo en las mejores condiciones. Y, si mientras estás conduciendo, empiezas a notar síntomas de cansancio, es imprescindible que aparques el coche y descanses.
Tener sueño al volante implica un importante riesgo de sufrir un accidente de tráfico, con tan solo una cabezada de pocos segundos, puede que no te dé tiempo a reaccionar ante un imprevisto en la carretera. Precisamente por esta razón, es importante descansar bien los días anteriores a un viaje por carretera. Pero, aún haciéndolo, el sueño puede aparecer, por el cansancio físico o bien la monotonía del trayecto. ¿Cómo evitar hacer esa cabezada?
Hoy en día los coches pueden incluir
dispositivos de seguridad pensados para combatir el sueño, como que vibre el volante si el coche nota que cambias de carril sin haber puesto el intermitente. Sin embargo, a pesar de toda la tecnología que pueda tener tu coche, es recomendable
parar el coche cada 200km o cada 2 horas. Aprovecha ese momento para salir a dar un paseo de 30 minutos, refrescarte la cara, oxigenarte y desentumecerte.
También es conveniente prestar atención a la comida y a la bebida que tomes antes de ponerte a conducir y durante el trayecto. Lo ideal es hacer
comidas ligeras pero nutritivas, que no causen pesadez para evadir esa característica ñoña que nos invade después de una gran comilona. Del mismo modo, es recomendable
mantenerte bien hidratado durante el trayecto a base de agua y refrescos para evitar posibles dolores de cabeza u otros síntomas de deshidratación y fatiga.
Planificar tu viaje puede ayudarte a prever las momentos de menos afluencia o evitar las horas de más calor o conducir de noche. No olvides, en la revisión de tu coche previa a tu viaje, comprobar que el coche podrá ventilarse bien, con el fin de combatir síntomas de somnolencia.
Y teniendo en cuenta todo esto, solo nos queda desearte ¡buen viaje!