¿Te ha pasado alguna vez que, yendo en coche, de repente, te sorprende una moto justo al lado que no habías visto o, peor incluso, al cambiar de carril has tenido que rectificar y quedarte en el que estabas porque ha aparecido un coche que no te esperabas? Si la respuesta es sí, quizás es porque no tenías bien colocados los retrovisores del coche.
Cualquier maniobra, como adelantar o desplazarse de carril, exige una mirada previa a través de los espejos retrovisores. Pero para evitar sorpresas, eliminar al máximo los ángulos muertos y asegurarse con rápidos y frecuentes vistazos de lo que sucede a nuestra espalda, es muy importante colocar correctamente los retrovisores del coche. ¿Qué debes tener en cuenta?
1. Lo primero que debes tener en cuenta es que
el ajuste de los retrovisores debe hacerse con el vehículo parado y sobre terreno llano. Nunca deben colocarse mientras conduces, ya que se considera una distracción.
2.
La posición del asiento y tu forma de sentarte debe ser la correcta antes de colocar los retrovisores. La espalda tiene que quedar completamente apoyada en el respaldo, los brazos ligeramente flexionados al coger el volante y el pie izquierdo debe poder realizar todo el recorrido del embrague.
3. Debes ajustar el
retrovisor interior de manera que puedas ver toda la luna trasera a través de él. Observar la circulación por este espejo no debe implicar prácticamente ningún movimiento de cabeza, sino solo de ojos.
4. Los
espejos exteriores deben orientarse hacia el lateral del coche y luego hacia adelante, justo hasta que se deje de ver la carrocería del coche sin que sea necesario girar la cabeza.
Si tienes correctamente regulados los retrovisores del coche, en el momento en que un vehículo te adelante, deberás empezar viéndolo por el espejo interior y, sin que su imagen haya desaparecido totalmente, comenzar a verlo a través del retrovisor exterior.
Además, te recordamos que para adelantar o cambiarte de carril, hay que seguir la regla básica RSM (Retrovisor-Señalización-Maniobra). Por tanto, antes de realizar cualquier maniobra, primero mira, luego señaliza y, por último, realiza la maniobra. No obstante, ten en cuenta que si miras por el retrovisor exterior, que tiene forma convexa, verás el vehículo mucho más lejano que si lo ves por el interior, que es plano. Así que no te olvides de calcular la distancia, en función del espejo por el que mires.